domingo, 16 de agosto de 2015

A romper los huevos

Hace tiempo que los domingos dejaron de ser deprimentes. Haberme amigado con día tan dócil fue una de las mejores decisiones que tomé. A un día entero para estar en pijama, imposible resistirse. 

Jornada tan relajada y distendida merece ser acompañada de algo bien rico al costo de un mínimo esfuerzo. Porque si domingo fuese persona, sería un cuarentón aburguesado de postura erguida con bata de seda. Entonces para Sr. Domingo...




Los mejores huevos revueltos del mundo (no exagero)
Necesitás:
Huevos, 3
Queso blanco, 1 cucharadita (si tenés Tholem o Port Salut untable, joya)
Cebolla, 1 chica (o de verdeo, va como piña)
Sal, pimienta y ají molido picante, para un punch que le queda bárbaro 

Vas a cortar la cebolla en cuadraditos, como te mostré en la receta de guacamole. En una sartén calentás un poquito de oliva y agregás la cebolla. A fuego fuerte la cocinás hasta que empieza a dorarse. Ahí agregás los huevos previamente batidos junto con el queso y condimentos. La clave es que los cocines a fuego fuerte revolviéndolos constantemente. No los dejes mucho tiempo porque se secan. Los huevos deberían cocerse en pocos minutos para que queden suavecitos y esponjosos. 

Yo acompañé con una figacita al medio con queso, que tosté a horno bajo por 10'. 

¿Algo más simple y rico? Para mí, imposible. 

Y bueno, romper los huevos nos da ese no sé qué que ninguna otra cosa, ¿no es cierto?



No hay comentarios.:

Publicar un comentario