jueves, 22 de octubre de 2015

Persiguiendo al fantasma del equilibrio

Equilibrio: estado de inmovilidad de un cuerpo sometido a dos o más fuerzas de la misma intensidad que actúan en sentido opuesto, por lo que se contrarrestan o anulan.

Después de leer esta definición, creo no entender a los que anhelan el equilibrio. Al fin y al cabo lo que buscan es la quietud, y que cosa más aburrida. 

Como decía Heráclito: "El fundamento de todo está en el cambio incesante", y yo asiento con la cabeza.



Paquetitos de merluza y verduras
Necesitás:
  • Filetes de merluza, 4 (te conviene compralos todos del mismo ancho para que se cocinen uniformemente)
  • Morrón rojo, 1
  • Cebollas, 2
  • Jengibre rallado, 1 cucharada
  • Salsa teriyaki, 1 cucharada
  • Salsa de soja, 1 cucharada
  • Vino blanco, 2 cucharadas
  • Aceite neutro, cantidad necesaria
  • Papel aluminio para armar los paquetitos, cantidad necesaria


Cómo haces:
  1. Cortá la cebolla y morrón en juliana (tiritas). Rehogá en una sartén con un poco de aceite neutro, primero la cebolla sola y después sumale el morrón. Cociná hasta que quede tierno y dulzón.
  2. Mezclá todos los condimentos (jengibre rallado, teriyaki, soja y vino blanco) en un recipiente con pico vertedor o jarrita. 
  3. Cortá los filetes al medio, para obtener dos pencas pequeñas de cada uno.
  4. Cortá rectángulos de papel aluminio. Calculá como para que entren las pencas superpuestas. 
  5. Sobre un pedazo de papel disponé una capa de las verduras, luego una penca de merluza, esparcí una parte del mix de condimentos por encima, luego otra capa de verduras y nuevamente penca y aderezo. Cerrá el paquetito. Repetí con los demás.
  6. Disponé en una placa los paquetitos y verté agua en el fondo para que no se quemen durante la cocción, no mucha solo un pisito. 
  7. Cociná por 20 a 30 minutos en horno precalentado. (El tiempo depende mucho el tamaño de los filetes que hayas conseguido). Te recomiendo primero hacerlo a fuego bajo y subir al máximo durante los últimos 10 min. Para ver si ya están listos, abrí uno y asegurate de que la carne esté blanca y no rosada. 
  8. Acompañé con papas y batatas cortadas finitas, rociadas con oliva, romero y orégano al horno hasta dorar. 

Quién te dice, quizás el equilibrio no exista, sino sólo nuestro torpe e incansable esfuerzo por encontrarlo.
Quizás buscarlo sea sólo algo más con que mantenernos entretenidos. 

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