viernes, 14 de agosto de 2015

Fácil, te quiero

Amo las palabras. Son de las cosas que más me gustan del mundo.


Como buena estudiante de comunicación, aprendí a aceptarlas, abrazarlas. Empecé a apreciar su belleza y las voy coleccionando en mi haber, como tesoritos que fui encontrando en el camino.


Fácil es una de mis preferidas. Cortita, simple, directa; tan simpática.


Hay días en los que me levanto como ella, y si puedo lo aviso: "Aprovechen que hoy amanecí fácil". A ver, se que da para malos entendidos, pero mucho no me importa, porque fácil para mí no tiene nada de malo. Pobrecita, le han hecho fama de vaga y carga con una mala prensa no correspondida a mi entender.


Por eso hoy te traigo algo fácil, simple y sin vueltas, tal como me gustan las cosas. Es un plato que me recordó una amiga hace poco y tuve que preparar, porque -como fácil- es otra víctima del olvido y su simpleza amerita un lugarcito en ACED:


Pollo (fácil) a la mostaza
Necesitás:
Pollo, 1 pechuga sin piel
Cebolla, 1
Aceite de oliva, cantidad necesaria
Salsa de soja, 1 cucharadita
Pimienta, a gusto
Provenzal (ajo y perejil disecados, lo comprás en bolsita en cualquier super), 1 cucharadita
Mostaza, 1 cucharada generosa
Queso blanco, 1 cucharadita (recontra opcional, es por si querés suavizar el sabor de la mostaza)
Caldo de verduras o de pollo (o agua), 1 vasito


En una sartén o wok tirás un poco de oliva, agregás las cebollas cortadas en juliana (la cortás al medio atravesando el nudo y después cortás tiras paralelas al nudo). Cuando empiezan a dorarse, agregás el pollo cortado en cubos (previamente salado, para mí no fue necesario, vos elegís). Subí el fuego al máximo y dejá que se selle (que empiece a formar una capa doradita). Después agregás el liquido que hayas optado. Este paso sirve para que las cebollas se pongan bien tiernitas, y además nos dejen un fondo de cocción para que el pollo se cueza por dentro. Cuando esté por evaporarse del todo el líquido, agregás la mostaza, la provenzal y la salsa de soja, mezclás bien, un poco de pimienta, y... Listorti.



Así que este es mi homenaje a fácil, mi preferida. Ojalá la agarre un marketinero buena onda y le cambie el packaging. Mientras tanto, deberé conformarme con su look actual, que mal no le sienta, el tema es que no todos saben admirarlo.

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