miércoles, 12 de agosto de 2015

Cuando las cosas salen mejor de lo que pensabas

Hay veces que me encuentro subestimándome, cuestionando y midiendo todas mis decisiones, como si esperara dar un paso en falso para justificar semejante auditoria, y terminar diciéndome "¿Viste? Te ibas a tropezar, tenía razón".

Pero no, por suerte, (casi) siempre las cosas salen mejor de lo que pienso. Quizás sea porque estoy condenada a ser una optimista, porque simplemente así me criaron, y es un estilo de vida que va conmigo. El vaso-llenismo y yo nos llevamos bien. Qué se yo, estar triste mucho tiempo no me sale (menos mal).

Por eso, cuando las cosas resultan mejor de lo que esperaba, cuando una vez derrotada me siento menos mal de lo que supuse, cuando la vida me regala un ratito de sol después de un día nublado, o cuando tras una noche de joda me despierto sin resaca; sea cual fuere la razón, da para celebrar. Hay que poner de manifiesto nuestro triunfo, por más pequeño que sea.

Hoy les quiero compartir una receta que apodé "Tortita de calabaza". En diminutivo porque me encariñé con ella, me sorprendió con su dulzura y facilidad para dejarse comer, y porque fue un invento que superó mis expectativas. Mi pequeño triunfo del día.

Tortita (salada, aclaro por las) de calabaza y morrón
Necesitás:
1 taza grande de puré de calabaza 
1/2 morrón rojo cortado en tiritas de 2 cm de largo 
Queso rallado, cuanto quieras ponerle (recomiendo en hebras para lograr un buen gratinado)
Aceto balsámico, un chorrito (no te asustes)
Queso blanco, 1 cucharada (es opcional, por si querés un sabor mas suave)
Huevos 3 (si sos de los que usan solo claras, usa 5)
Pan rallado (ese que usaste para las milanesas, sí) 4 cucharadas power 
Sal y pimienta
Y le agregué chilli powder y curry como para subirle el volumen. Es clave condimentar con ganas para que el resultado final no quede desabrido. Así que sentite libre de agregarle lo-que-de.

Primero, en una sartén con un poco de fritolin o aceite, vas a poner el morrón. Cuando empiecen a dorarse las tiritas, agregás el chorrito de aceto junto con otro de agua y dejás cocinar hasta que quede tierno, aprox 5 min. Esta combineta (morrón-aceto) le va a dar un dejo dulzón y un no-sé-qué, que van muy bien con la calabaza.

Cuando se haya evaporado el líquido, apagás el fuego. En un bol batís los huevos y después los mezclás con el puré y el morrón. Condimentas a gusto, le ponés queso blanco si querés. Por último, el pan rallado. Vas a notar que la preparación cambia drásticamente su consistencia. No te mandaste ninguna eh, la idea es que tome buena forma para que quede tipo tortita y no soufflé, por eso parece contundente de más, pero ese el punto que buscamos. 

Sólo resta engrasar una fuente para horno que sea amplia y bajita, verter la preparaciónespolvorear con un poco de queso rallado y mandar al horno precalentado. Cociná por 15 a 20 min a horno medio. Cuando la superficie se dore y se separen los bordes del molde, ya está.



Esta receta es ideal para cortar en porciones y freezar, ya que al ser bajita, se descongela y calienta rápido. (Recordá hacerlo en tupper con separadores, no olvidar esas magias). 


Bueno, por si se termina el día y todavía no triunfaste en nada, cocinate esta delicia y no te sientas solo, ni te pongas tan mal. Te dejo a las Ketchup, que tuvieron sólo un éxito en toda su carrera, y sin embargo las recordamos de vez en cuando.

Así que tranqui, quizás no haya sido hoy, pero quién te dice mañana puede ser el día en que compongas tu hit. 


No hay comentarios.:

Publicar un comentario